¿Ejemplo a seguir?
Cuando niño veía como a un héroe a
mi padre. Todas las actividades en las que él participaba me parecían muy
agradables. Incluso llegue a desear ser como él cuando alcanzara la mayoría de
edad, pero con al paso de los años me percate de los múltiples defectos que
poseía mi padre.
Desde mi infancia mi padre me dijo
que los hombres no deben llorar y que tienen prohibido demostrar sus afectos.
En esta época no tomaba en cuenta las palabras que me decían. Pues mi mayor
preocupación era jugar, comer y dormir. Mientras crecía las palabras y consejos
que mi padre decía de pronto comenzaron a tener otro significado. Ahora
causaban conflictos y preocupaciones en mi cabeza cosas que anteriormente no
tenían sentido ni mucho menos importancia.
Mi padre es un macho conservador
que ve a la mujer como una maquina con tareas establecidas: atender a los
hijos, mantener su casa limpia y en orden, hacer la comida y desvivirse por
atenderlo como a un rey.
Él consideraba que con proveer de
capital al hogar cumplía con las obligaciones que la sociedad establece: gastos
médicos, alimenticios, educativos, y de vestimenta. Yo no estoy de acuerdo con
esto pero no podía modificar nada.
Nunca tuvo un detalle romántico con
mi mamá ni nos mostro cariño. Nuestros días más felices eran cuando él estaba
bajo los efectos del alcohol. A pesar de lo increíble que parezca es cierto, ya
que nos llenaba de afecto y nos compraba lo que se nos antojara.
Mi decepción iba en aumento con el
paso de los años, ya que él no quería cambiar su actitud. La situación comenzó
a empeorar por que no solo seguía con su postura poco agradable; ahora le
agrego su mal carácter y sus malos tratos. Esto ocasiono que la relación entre
mis padres se fuera deteriorando día con día.
“Por desgracia”; mejor dicho para
fortuna nuestra mi mamá se dio cuenta a tiempo del daño que nos causaban sus
interminables discusiones y decidió ponerle punto final a su relación. Fue una decisión
difícil, aunque creo fielmente que es la mejor decisión que pudo tomar.
Estuve muy orgulloso de mi padre y
lo idolatraba pero con su manera de actuar fue decepcionándome.
Todo lo que pase me ha servido de experiencia
para mí vida y por lo menos voy a procurar no ser como mi padre.
Esta historia ha ocurrido en muchas
familias de México pero creo que muy pocos nos atrevemos a contarla sin el
temor al que dirán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario