Después
de la segregación
Después de la separación, mi mamá tuvo que pensar a
donde podríamos vivir y la única persona que nos ofreció ayuda fue mi tía María
(hermana de mi mamá). En aquellos años mi tía vivía con mi tío (hermano de mi
mamá) y mis abuelos maternos. Mi madre agradeció la ayuda y acepto la
colaboración de mis familiares.
Mi mamá tardo muchos años en reponerse de las
tremendas heridas que le dejo la relación tan longeva que tuvo con mi padre; soportó
golpes, humillaciones, el maltrato a sus hijos.
Mi madre pasó muchos años de su vida sin trabajar,
ahora se encontraba ante una situación nueva para ella: tenía que conseguir
trabajo, dar educación a sus hijos, pagar la manutención de una casa y ser
padre y madre.
El máximo grado de estudios con el que ella contaba era
la primaria terminada.
Aunque ella siempre decía que todo estaba bien. Su
rostro reflejaba la incertidumbre y por su cabeza solo navegaba la idea de
¿Qué, hacer ante esta situación? No tenía experiencia en ningún campo laboral,
y nosotros necesitábamos dinero para comer, para educación, para ropa,
etcétera.
Tras largos días de búsqueda y desesperación, logro
encontrar un buen trabajo, pero el dinero que recibía no le alcanzaba para
mantener a 4 niños y decidió buscar otra fuente de ingresos. Determino dedicarse,
por las noches, a ser bailarina en un table
dance, cuando me entere de la actividad
a la que mi mamá se estaba dedicando (por darnos la mejor de las vidas)
sentí, pena, rabia, rencor, contra ella y decidí enfrentarla.
Al verla le pregunte el porqué de esta osadía y con
lagrimas me respondió que en ocasiones una madre hace cualquier cosa por la
felicidad y comodidad de sus hijo. Ella me juro no haber estado con ningún
hombre y que jamás se prestaría para
ninguna otra cosa.
Le creí pues en su rostro no logre percibir la
mentira. Mas dentro de mí comenzó a crecer un cólera, ya que mi madre no
tendría motivos para estar en esta situación. Pero mi padre no quiso cumplir
con sus obligaciones y opto por la solución fácil que es no conceder el soporte
monetario para nosotros.
Desde entonces no veo a mi padre pues considero que
fue un poco hombre al hacerle eso a mi mamá, ya que no le basto con destruirle
la vida por 20 años.
A mi madre la
considero como una gran mujer, pues tuvo que pasar por muchos malos ratos para
hacer de mí y mis hermanos lo que hoy en día somos.